Los almacenes de Amazon
distribuyen centenares de miles de productos distintos y entre ellos algunos
son tan infrecuentes como dañinos para la salud de sus trabajadores. Eso ha ocurrido
con un bote de aerosol que contenía un repelente contra osos, que se abrió al
caer de una estantería en las instalaciones de la compañía de distribución.
El humo tóxico afectó a unos 80
empleados, que mostraron dificultades para respirar. En el momento de publicar
la información, el diario The Washington Post indicaba que 10
de ellos habían sido trasladados a un hospital y otros 10 iban en camino.
En mi opinión, he de decir, que según
la empresa Amazon la seguridad de sus trabajadores es lo primero, pero esto no
es lo que se demuestra ya que al haber accidentes las medidas de seguridad no serán
completas. Por otro lado, aunque sea un descuido, al tratarse de productos
dañinos deberían de tener una seguridad mayor para no romperse con facilidad,
ya que como ha ocurrido, puede dar lugar a accidentes.
María Jesús Cruz Cruz (DTA)
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