Mientras el número de ocupados aumenta, el de autónomos disminuye en 30.700 en 2017

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Resumen:

Mientras que el número de trabajadores por cuenta ajena ha crecido un 3,3% en el último año, con 502.100 personas, los autónomos han disminuido en un 1,5%, con esos 30.700 menos. A estos hay que sumarles las 1.500 personas que trabajaban como miembros de cooperativas y ayudaban en el negocio familiar sin remuneración, un descenso del 1,2%.

Claves jurídico- laborales:

Autónomos, trabajadores por cuenta ajena, condiciones laborales, actualidad.

Opinión personal:

El artículo explica perfectamente uno de los problemas del fracaso de los autónomos, la desventaja en las condiciones laborales respecto a los trabajadores por cuenta ajena, que les empuja a abandonar su iniciativa emprendedora para la supervivencia por falta de vocación.

En la actualidad se toman medidas principalmente de carácter fiscal y financiero, pero no para facilitarles una carrera profesional digna. La financiación puede ser un problema, pero teniendo en cuenta que se trata de pequeños negocios con una inversión baja, los créditos específicos para pymes y autónomos no son tan útiles si tenemos en cuenta que los préstamos personales se inventaron hace tiempo…

Creo existen algunas cuestiones importantes que de ser más equitativas entre ambas figuras, podría compensar el ser autónomo:

• Pensiones. La cuantía de la pensión acaba siendo inferior en el caso de los autónomos. El motivo es que la cuota de Seguridad Social es soportada en su totalidad por los autónomos, mientras que los trabajadores por cuenta ajena la reparten con su empleador. Además debe ser abonada todos los meses, se tengan o no ingresos. Esto empuja a que los autónomos opten por pagar la cuota mínima a sabiendas de que en el futuro sus pensiones serán insuficientes. Sería más interesante reducir la cantidad a pagar en concepto de S.S, para que en el futuro la cuantía sea similar a la de un trabajador por cuenta ajena.
• Contingencias profesionales. Los autónomos sólo tienen cubiertas las contingencias comunes, de manera que si quieren estar cubiertos por las profesiones deben pagar una cuantía adicional que eleva aún más sus gastos. Además sus cuotas deben ser abonadas mensualmente aunque estén de baja. Esto implica que los trabajos por cuenta ajena ofrezcan más tranquilidad frente a un accidente laboral o una enfermedad profesional.
• Paro. Sucede igual que en el apartado anterior, deben cotizar expresamente por ello para generar el derecho. De manera que no pueden hacer frente a una “letra” más. Esta cuestión es grave pues en caso de cese de actividad los autónomos quedan totalmente desprotegidos, a las expensas de acogerse a las ayudas de previsión social.

En definitiva, los autónomos deben satisfacer los pagos con unos ingresos inciertos e inestables, mientras que los trabajadores por cuenta ajena reciben religiosamente un salario ya libre de obligaciones de pago, que les garantiza acogerse a los derechos anteriormente explicados. Ya no se trata de vocación, ni de vacaciones, se trata de estabilidad frente a un imprevisto, y estabilidad frente a la jubilación.

CRISTINA TOLEDANO RAMA (AYTA)