Trabajo forzoso
RESUMEN:
El trabajo forzoso u obligatorio es todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ha ofrecido voluntariamente.
La OIT muestra una realidad doblemente preocupante: por la magnitud de los problemas y por la debilidad de las políticas globales para enfrentarlos. El trabajo forzoso está proscrito desde que se adoptó en 1930 la inicial Convención N.º 29 y posteriormente, en 1957, por la Convención N.º 105 de la OIT. El trabajo forzoso debería ser una cosa del pasado; en la región y en el mundo. Pero no lo es. Así lo ha vuelto a reportar recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT): alrededor de 25 millones de personas están sujetas a trabajo forzoso en el mundo.
El trabajo forzoso es una violación fundamental de los derechos humanos. Plantea un desafío a prácticamente todos los países del mundo.
CLAVES JURÍDICO LABORALES:
A pesar de la condena universal, las estimaciones de la OIT muestran que 20,9 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en todo el mundo. Del total de víctimas, 18,7 millones (90 por ciento) son explotadas en la economía privada, por individuos o empresas, y los 2,2 millones restantes (10 por ciento) están sujetas a modalidades de trabajo forzoso impuestas por el Estado. Entre los trabajadores explotados por personas o empresas privadas, 4,5 millones (22 por ciento) son víctimas de explotación sexual forzada y 14,2 millones (68 por ciento) lo son de explotación laboral forzada. El trabajo forzoso en la economía privada genera al año ganancias ilegales por valor de US$ 150 mil millones: dos tercios del total estimado (es decir, US$ 99 mil millones) provienen de la explotación sexual comercial, mientras 51 mil millones resultan de la explotación económica forzosa, incluidos el trabajo doméstico, la agricultura y otras actividades económicas.
VALORACIÓN PERSONAL:
Para muchos gobiernos del mundo, la eliminación del trabajo forzoso sigue constituyendo un importante desafío para el siglo XXI. Además de representar una grave violación de un derecho humano fundamental, el trabajo forzoso es causa de pobreza primordial y un obstáculo para el desarrollo económico. Las normas de la OIT sobre el trabajo forzoso y los comentarios de los órganos de control, combinados con la experiencia de la asistencia y cooperación técnicas, han ofrecido una importante orientación a los Estados Miembros para desarrollar una respuesta integral a esta cuestión.
AUTORÍA: Cristina de Toro Vargas-Machuca (DTB)
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