El Gobierno quiere modificar antes de final de año los puntos más lesivos de la reforma laboral
El Ministerio de Trabajo, dirigiéndose a sindicatos y patronal, ha puesto encima de la mesa del diálogo social una propuesta de ‘‘contrarreforma’’ a la reforma laboral aprobada durante la legislatura del Partido Popular, que suponen una enmienda a la totalidad de sus puntos más polémicos, tales como devolver la supremacía del sector sobre el de empresa, recuperar la ultraactividad de los convenios, modificar la legislación en materia de subcontratas o el registro de la jornada laboral, entre otras cuestiones.
VALORACIÓN PERSONAL
La pretensión del gobierno de comenzar un procedimiento de reforma legislativa en el ámbito laboral pone de manifiesto grandes vicios del sistema que, a su vez, revela la clara negativa política de profundizar en asuntos que afecten al sector empresarial.
A grandes rasgos, dependiendo del partido en cuestión, se puede observar como priman los intereses privados sobre los públicos.
No hay más que centrar el foco de atención en dos puntos básicos, que a día de hoy siguen surtiendo efectos. Por un lado, la preferencia del convenio de empresa (art. 84.2) sobre el de sector y por otro el abuso ejercido hacia la figura de la subcontratación.
Con carácter lógico, esta propuesta me parece totalmente justa ya que se pretende acabar con la potestad que posee actualmente el empresario en aspectos como el poder reducir de forma unilateral los sueldos de sus trabajadores, cambiar los horarios e incluso las vacaciones al salirse del convenio del sector por aplicación del suyo mismo.
Una observación adicional consiste en la idea de regular la figura de las subcontratas (art. 42 E.T). Este hecho puede suponer un cambio positivo ya que, de este modo se pretende que los trabajadores de la empresa subcontratada se rijan por las mismas condiciones laborales que el resto de empleados de la empresa principal.
La finalidad de esta propuesta radica en la idea de evitar que actividades subcontratadas abaraten costes mediante la reducción de sueldos.
Fernando Luna Ruiz (DTB)
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