Resumen:
La gran zanja entre la educación superior y el mercado laboral ha vuelto a ponerse de manifiesto.
Este es el resultado tras un trabajo realizado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), la Caixa y la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria:
La mitad de los titulados en esta formación postgrado, admite que no le sirvieron para conseguir un empleo, ni para mantenerlo ni para mejorar en su puesto de trabajo.
Por un lado, destaca la precariedad en la que se encuentran, ya que la mayoría son contrato temporales y por otro, destaca el pesimismo que demuestran los jóvenes al señalar que en un futuro se verán en la misma situación o peor.
Tras la presentación del estudio, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, advertía a EL MUNDO de la "desconexión entre el mercado laboral y las universidades" y la falta de "orientación profesional a los estudiantes":
"Tenemos más estudiantes de Derecho en Madrid que en todo Reino Unido. Cada vez demandamos más ingenieros, pero no están saliendo suficientes de las universidades", lamentaba.
Y en respuesta a él, el presidente de la Crue, Roberto Fernández, asumió parte de la culpa en un problema que definió como "preocupante", pero añadió que "no podemos achacar toda la responsabilidad del tema del empleo a la universidad" porque "es una cuestión de Estado" y hay que hacer "profundas reformas en el conjunto del sistema económico y social".
Enclaves jurídicas:
Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado. (última actualización 3/06/2016).
Opinión personal:
Con el tiempo, la formación ha ido siendo cada vez más compleja. Anteriormente, podemos decir que en tiempos de bonanza la mínima formación exigida para el acceso al mercado laboral era la ESO, mientras que a día de hoy exigen que la sociedad obtenga más estudios, como bachillerato, una carrera universitaria y además, estudios posgrado, idiomas, debido a la crisis financiera que sufre España. Pero, pasar casi veinte años estudiando más los gastos económicos que conlleva, no siempre garantiza que hoy encuentres un trabajo. A la vista está como españoles tan cualificados se marchan a otros países para sobrevivir.
Por otro lado, cabe señalar el papel que hacen las instituciones de enseñanza, institutos, universidades. Por supuesto dan teoría y te preparan para un futuro, pero ¿verdaderamente nos enseñan la práctica de nuestro puesto de trabajo, o te enfrentas a él y aprendes una vez que comienzas a trabajar?..
Para finalizar, creo que debería existir una mayor coherencia entre formación y empleo. Obviamente, como señala la noticia, el problema no lo tienen las universidades, sino también el Estado, que es el principal organismo que debería modificar el sistema.
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