RESUMEN:
Las empleadas del hogar se movilizan para exigir más
derechos laborales
Un centenar de trabajadoras protesta a las puertas del
Congreso de los Diputados contra una enmienda del PP que retrasa su
equiparación al sistema de cotización general
Entre bailes y discursos reivindicativos, un centenar de
empleadas del hogar y cuidadoras se han manifestado la tarde del miércoles
frente al Congreso de los Diputados. Allí presentaron una iniciativa para
proposición no de ley que reclama la derogación de una enmienda presentada por
el PP a los Presupuestos Generales del Estado por la que se retrasa cinco años
–de 2019 a 2024- la equiparación del sistema de cotización de estas
trabajadoras –mujeres en un 96%- al régimen general de la Seguridad Social.
Con la aprobación de esta enmienda, sostienen las
organizadoras, “se vuelve a impedir el avance de los derechos laborales de las
mujeres que contribuyen de manera decisiva a la sostenibilidad de la vida”. La
enmienda 6777 fue propuesta para ser incluida en las cuentas del 2018 por el
PP, y tuvo apoyo de Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Foro
Asturias y Unión del Pueblo Navarro.
A la protesta de Madrid, que contó con el apoyo de
movimientos feministas y la participación de la portavoz del grupo Unidos
Podemos, Irene Montero, se unieron otras en Pamplona, Valencia y Bilbao; y en
los próximos días lo harán en Granada y Sevilla. “Porque sin nosotras no se
mueve el mundo” o “Esta enmienda es una mierda” fueron algunas de las consignas
más gritadas.
Las trabajadoras protestan por carecer de derechos laborales
básicos como la prestación por desempleo, la protección frente al despido, la
prevención de riesgos laborales, la inspección de trabajo o la cobertura de un
convenio colectivo.
COMENTARIO CRÍTICO:
Estas trabajadores entregaron 100.000 firmas en el
Ministerio de Empleo para exigir al Gobierno que ratifique el Convenio 189 de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para equipar sus derechos
laborales al del resto de trabajadores españoles. Exigen, entre otras mejoras,
el derecho a cobrar paro si son despedidas.
La reforma legal de 2011 estableció como obligatorio dar de
alta en la Seguridad Social a estos trabajadores -en su inmensa mayoría
mujeres- desde la primera hora contratada. El objetivo era que cotizaran para
poder cobrar una pensión en el futuro y para poder cogerse baja en caso de
accidente laboral, pero la nueva ley dejó fuera la prestación por desempleo.
Estas trabajadoras piden, por ello, cotizar dentro del
Régimen General de la Seguridad Social y no dentro de un sistema especial
dentro del mismo como ocurre ahora.
La persona que ha liderado esta iniciativa, Rafaela
Pimentel, ha insistido en que su empleo es "tan digno" como el del
presidente del Gobierno y se ha preguntado por qué tienen que ser consideradas
trabajadoras "de segunda". "Pido con mis compañeras que este
trabajo sea valorado y reconocido, que deje de ser una invisibilidad, ha
señalado Pimentel.
Entre las "situaciones extremas" que sufren muchas
trabajadoras, según precisa en la petición, se encuentran entre otras tener que
ir a trabajar con una pierna escayolada, despidos sin indemnización por
quedarse embarazadas, encierro en casa, maltrato psíquico y físico y
condiciones de "semiesclavitud". Las más afectadas, según ha indicado,
son las mujeres inmigrantes, las más vulnerables.
Con la firma del Convenio 189 -que han ratificado ya 24
países- tendrían derecho a una prestación por desempleo y se pondrían en marcha
procesos de inspección de trabajo para asegurar que se cumplen sus derechos y
para evitar las condiciones lamentables que están viviendo en España muchas
empleadas del hogar.
Un tercio del sector trabaja en negro, según la OIT
Según la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre
de 2016, en España había entonces 630.100 ocupados como personal doméstico, el
90% de ellos mujeres. Sin embargo, el número medio de afiliaciones en el
sistema especial del hogar era solo de 427.845 en diciembre de 2016. Basándose
en la comparación de estos dos parámetros, la OIT estima que el 30% de las
empleadas del hogar en España trabaja en negro.
Laura Vílchez Moreno (DTB)
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