El fallo, que será ahora
examinado por el Tribunal de Apelación de París, podría crear jurisprudencia en
un sector que ha denunciado unas condiciones de trabajo muy precarias.
Los repartidores de comida que se desplazan en
bicicleta lograron este miércoles una primera victoria judicial
en Francia después de que el Tribunal de Casación les considerarse
como empleados y no como autónomos.
El Tribunal de Casación,
accionado por la demanda de un repartidor de la compañía Take Eat Easy que
exigía que le hiciesen un contrato, estimó que existía "un vínculo de
subordinación" con la empresa debido a que esta le daba órdenes y
controlaba su desempeño a través de un geolocalizador, sancionando las faltas
que cometía.
PATRICIA FARGAS ASENSIO (AYTA)
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