Cuando el trabajo infantil es legal
Resumen:
Cada día miles y millones de niños en el mundo trabajan para mantener a flote a sus familias, para costearse sus estudios o para sobrevivir en un mundo cada vez más y más ajeno a las dolencias humanas e indiferente ante la cruda realidad. Muchos son los países que prohíbe el trabajo infantil y pocos quienes lo han legalizado como es el caso de Bolivia. Uno de estos miles y millones de niños es Vladi quien cuenta cómo a sus trece años tuvo que ejercer el papel de padre y madre de sus cuatro hermanos y dos primas y quien afirma haber trabajado desde los 5 años en múltiples empleos. Reafirma en varias ocasiones su posición a favor de la ley que permite a los niños trabajar a partir de los 10 años alegando que el trabajo les da dignidad y orgullo. aunque al final del día se muestra la cara opuesta de la moneda de este asunto, pues vemos cómo Vladi se flagela y se muestra vulnerable ante la dura realidad que le rodea demostrando, a la vez, una madurez sexagenaria pero siendo como es, un chico.
Claves jurídico-laborales:
En primer lugar tenemos que destacar la ley que ha hecho posible que sea legal el trabajo infantil. Hablamos pues de las Ley 548 del 17 de Julio de 2014 del Código Niña, Niño y Adolescente que tienen como fin garantizar que cada niño, niña y adolescente puedan ejercer plena y efectivamente sus derechos para así desarrollarse integralmente y exigir el cumplimiento de los mismos. cabe decir, que como novedad se estableció, como edad mínima para trabajar, los 10 años.
Sin embargo tenemos que destacar que la ley ya citada se trata de una reforma de una legislación anterior del Código Niña, Niño y Adolescente en el cual establecía la edad mínima para trabajar en 14 años. lo que hace preguntarnos: ¿Qué ocasionó tal cambio en la edad mínima para trabajar? Bueno, la respuesta a tal pregunta es social pues se debió a una manifestación pacífica de menores de edad que se oponían ante las presiones de UNICEF para erradicar el trabajo infantil. Tal manifestación acabó siendo disuelta con gases lacrimógenos causando esturpor en el país. Lo que provocó la intervención directa del presidente quien prometió a los niños que pudieran trabajar a partir de los 10 años. Promesa que fue cumplida pero, ¿beneficiosa?
Cabe destacar la opinión de la Organización Internacional de Trabajo ante el trabajo infantil que lo ve como un delito pues afirma que el trabajo infantil y sus peores formas dañan la salud de los niños, poniendo en peligro su educación y conduciendo a una mayor explotación y abuso. Por lo tanto, su erradicación es relevante para alcanzar la eliminación de la pobreza extrema y para que puedan esos niños acabar, al menos, la escuela primaria. siendo también beneficioso para combatir contra la violencia contra la niñez, el analfabetismo y las enfermedades. No obstante, mantiene que cooperará con el estado Boliviano para proteger a los niños contra el trabajo infantil y así pueda ser erradicado.
La posición que tiene la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Organización de Naciones Unidas es la prohibición del trabajo infantil y se recomienda la elaboración de mecanismos normativos y políticas públicas para, gradualmente, erradicarla. El compromiso de la protección de los niños y adolescentes se plasman en el ya enunciado Código del Niño, Niña y Adolescente, permitiendo el trabajo (anteriormente 14 años) a partir de los 10 años y en todo caso, no pudiendo trabajar en actividades peligrosas que atenten contra su salud, seguridad y moralidad.
UNICEF hace poco (en abril de este año, 2017) afirmó que dicha Ley reformada del Código del Niño, Niña y Adolescente no se aplica por falta de recursos económicos en los diferentes niveles del Estado.
Por último, he de finalizar que la promulgación de dicha reforma para elaborar el nuevo código fue ardua pues había que compaginar los convenios internacionales firmados y ratificado por Bolivia (como la Convención de los Derechos del Niño aprobada por Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por Bolivia en mayo de 1990) con la realidad del país.
Valoración personal:
Antes de realizar esta investigación, mi posición era clara pues me oponía ante el trabajo infantil y ante cualquier tipo de abusos que de éste deriven o fueran similares. Mi posición no ha cambiado pero he podido observar diferentes puntos de vista en contraposición al mío que son igualmente válidos y bien argumentados pues, mi posición se basa en mi realidad. La realidad que he vivido, la sociedad en la que me he criado, la situación que he pasado y que por fortuna he vivido. No fue la misma situación que la de Vladi pues tuvo que madurar mucho antes que la mayoría de nosotros y tuvo que hacerse cargo de niños pequeños.
Los argumentos que nos aporta Vladi desde su perspectiva, así como la de muchas y muchas declaraciones de las posiciones de chicos aún menores de edad y adolescentes que apoyan el trabajo infantil, me ha permitido comprender su posición y entender el por qué lo apoyan. Y es que simplemente se encuentran ante países cuyas bastantes costumbres se ven manifestadas en sus textos legales así como la de todos o la mayoría de los países pero que cuya costumbre sigue bastante arraigada y cuya modificación es realmente complicada. No se puede pretender cambiar tal costumbre arraigada con facilidad o en el menor tiempo posible como así pretende la ONU pues la sociedad de estos países como Costa de Marfil, Bangladesh o Perú no es la misma que la de Alemania, Suecia o Francia.
No obstante, eso no quita que todos estos niños se salten el hito de la infancia y la adolescencia y salten directamente a la de la madurez y responsabilidad que ostentan personas de más de 20 años pues, siendo francos, directamente pasan a no tenerlo. Dichos trabajos infantiles, sean forzados como voluntarios, quitan la infancia a estos niños no siendo culpa suya sino por las circunstancias que les rodean ya que no depende de éstos, pues, como es el caso de Vladi y sus hermanos fueron abandonados por sus padres a su suerte.
El trabajo infantil, a mi parecer, debería ser ilegal pero eso no quita que no sea la única salida para que estos niños salgan adelante y puedan tener una vida mejor. Aún tieniendo mis reservas en relación a la legalización o no del trabajo infantil, pues te quita la infancia y es una de las causas por las que provoca su analfabetismo, no puedo evitar estar en la misma situación que UNICEF, en jaque, pues ante tal cantidad de casos y circunstancias que envuelven a estos niños que hacen ponerse a favor del trabajo infantil para poder ayudar a sus familias o costearse sus estudios, me parece difícil la erradicación del trabajo infantil pues por más que pienso en posibles soluciones no las hallo porque son esos niños los que quieren trabajar.
En suma, termino dudando si la legalización del trabajo infantil les ayudará a largo plazo a que estos niños puedan desarrollarse con total normalidad y les permita obtener una vida mejor o si la legalización infantil, en realidad, sólo les ayudará a corto plazo para poder subsistir en una sociedad que ve cada vez con más normalidad que un niño de diez años trabaje vendiendo pañuelos o en una mina en condiciones deplorables, un país que legaliza un delito y que no aplica en su plenitud dicha normativa; y que la sociedad internacional no puede hacer más que observar cómo se siguen vulnerando derechos, intentar protegerlos en lo que puede (pues son los estados los que pueden ejercer más competencias) y seguir manteniendo la esperanza en erradicarlo para poner fin a demás efectos negativos que de éste deriven.
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